Sobre la América Afro-americana PDF Imprimir Correo electrónico
Escrito por PHILLIP JACKSON   
Miércoles 09 de Marzo de 2016 17:33

Sin Más Algodón que Recolectar, ¿Qué Hará América con 40 Millones de Afro-Americanos?

 

(Sri Lanka) ¿Qué hará América con 40 millones de Afro-americanos ahora que no hay más algodón que recolectar? Incluso en estados como Misisipi, Alabama o Georgia, los Afro-americanos ya no siembran, cultivan ni cosechan algodón. Hoy en día, estas actividades las realizan personas Blancas o Hispano-americanas; utilizan maquinaria para plantar y recolectar el algodón mientras que millones de Afro-americanos del sur quedan sin empleo haciendo una transición de trabajador esclavo a trabajador excedente. Y aunque recolectar algodón no sea el empleo más deseado, para los Afro-americanos ya no hay nada que recolectar.

Nuestra economía americana ha sido construida sobre las espaldas de los esclavos Afro-americanos que fueron traídos al continente para trabajar en los campos de algodón, de tabaco y de azúcar de caña. El dilema actual de América es qué hacer con los 40 millones de Afro-americanos descendientes de esos esclavos que fueron enviados como mercancía a las costas americanas hace 400 años por su valor económico, pero cuyos herederos ahora son considerados sin ningún valor alguno para la misión económica de América. Aunque América ya haya considerado volver a enviar estos Afro-americanos a África, esta opción ahora no es práctica ni aceptable.

Imaginemos que si los Afro-americanos imitaran las acciones de algunos americanos Blancos- disponer de una buena educación, un sistema judicial claro, trabajar duro y hacer todo lo que la sociedad dice que es necesario para tener éxito en América-, su valor en el mercado y la riqueza de sus familias se aproximarían a la de los Blancos, ¿verdad? ¡Falso! Los resultados de un estudio realizado en la Universidad de Chicago muestran que los currículum vitae con nombres que suenan a persona Blanca como Emily o Brenda reciben el doble de respuestas para entrevistas de trabajo que los currículum con nombres que suenan a persona Afro-americana como Lakisha o Jamal, incluso cuando tienen las mismas credenciales. Y el estudio de Pew Trust muestra que la riqueza promedio de las familias Blancas es 13 veces mayor que la riqueza promedio de las familias Afro-americanas: 141 900$ para los Blancos frente a 11 000$ para los Afro-americanos.

Un tercer estudio de la Universidad de Princeton muestra que los convictos Blancos tienen las mismas posibilidades de obtener un empleo que Afro-americanos sin antecedentes penales, así que el estar libres de delitos no da ventajas a los Afro-americanos sobre los convictos Blancos.

Un estudio reciente de Young Invicibles muestra que los alumnos Blancos que abandonan los estudios tienen las mismas probabilidades de encontrar un trabajo que los Afro-americanos que han llegado a la Universidad y son más ricos que los Afro-americanos que se han licenciado. Una licenciatura universitaria no significa nada cuando se refiere a la discriminación laboral. El Centro de Investigación de Política Económica informa que el índice de licenciados desempleados Afro-americanos es el doble que el de licenciados Blancos.

Si eres Afro-americano en América, el tener una educación, ser trabajador y no tener antecedentes penales no te asegura nada. El desempleo de los Afro-americanos y su privación de riqueza en América es algo estructurado, sistemático e intencional. Tener una, dos o diez licenciaturas universitarias no cambiarán la estructura natural del desempleo Afro-americano: discriminación incluso para el mejor y más brillante candidato a un empleo, una maligna grieta racial en el sistema de bienestar.

El sistema económico americano parece que está simplemente bien con la pésima y educación programada para los niños Afro-americanos, el desempleo multitudinario de los Afro-americanos adultos y el encarcelamiento masivo del hombre Afro-americano. De hecho, el mercado de valores ha alcanzado un nuevo récord recientemente. La actual discriminación laboral y la privación de riqueza es la más reciente forma de control racial programada para sustituir los antiguos sistemas americanos de Esclavitud, los Códigos Afro-americanos, el sistema de Convict Leasing y Jim Crow junto con el Encarcelamiento Masivo moderno. Y parece ser más efectivo que cualquier forma previa de control racial.

Casi cualquier persona de cualquier lugar del mundo puede venir a América y realizar su sueño, pero la mayoría de Afro-americanos que viven en América- con educación o sin ella, con antecedentes penales o no, trabajadores o no -no podrán logar la riqueza mínima ni tener empleos tales como barrer las calles, limpiar baños o recolectar algodón. Vivir en América se ha convertido en una pesadilla, no en un sueño para la mayoría de los Afro-americanos. Obviamente, la fórmula mágica para el éxito económico en América es tener la piel blanca. Así ha sido durante al menos 400 años y, a menos que se haga un avance importante, así seguirá por los próximos 400 años, sin importar cuántos logros académicos alcancen los Afro-americanos.

Y ahora que nuestras ciudades del norte han acabado con la población Afro-americana, gran parte de América está “huyendo de los asuntos de los Afro-americanos”. Los barrios que solían ser “Cinturones Negros”, como Harlem en Nueva York, Bronzeville en Chicago y parte de Washington D.C., se han convertido en barrios lujosos y por eso, la mayoría de los Afro-americanos ya no pueden permitirse vivir ahí. Los programas sociales y la infraestructura humana han desaparecido. Así que para la mayoría de nosotros es mejor salir del centro urbano y volver al sur rural. Sin embargo esta vez, ni siquiera nos permitirán recolectar algodón porque ya no hay más algodón que recoger para los Afro-americanos.

Si la América Afro-americana sobrevive (y nada asegura que esto suceda), las primeras 5 claves para transformar nuestros problemas económicos y sociales incluyen:

1. Reconstruir el modelo de familia Afro-americana. Cada problema grave de nuestra comunidad incluyendo la educación precaria, el desempleo multitudinario, la violencia sin sentido, el encarcelamiento masivo, la poca

espiritualidad, las viviendas de mala calidad y los altos índices de mortalidad pueden ir emparentados con la desintegración del modelo de familia Afro-americana. La familia Afro-americana ha sido destruida sistemáticamente en el periodo de esclavitud con la sanción del gobierno para beneficiar al sistema económico americano. Los efectos devastadores de la aniquilación del modelo de familia Afro-americana son muy abundantes hoy en día.

2. Debemos brindar asistencia a los niños Afro-americanos con mentores Afro-americanos fuertes y positivos, siendo éstos un modelo y, especialmente, un lazo de conexión con sus padres. Los niños Afro-americanos, al igual que cualquier otro niño, imitan y se convierten en lo que ven. Por lo tanto, es fundamental que los niños Afro-americanos vean a los hombres Afro-americanos como fuertes y positivos. Los programas sociales y las políticas públicas de los años 50 hasta los 80 han disuadido al hombre Afro-americano de estar en la vida de sus hijos.

3. Controlar la negativa cultura entre iguales y los medios de comunicación electrónicos que propagan y glorifican la imagen de los jóvenes Afro-americanos como violentos, irresponsables e indiferentes ante el ser humano. O los Afro-americanos controlamos los medios de comunicación que consumimos o los medios nos controlaran a nosotros. Los medios de comunicación modernos han colocado la América Afro-americana en el camino de su propia destrucción.

4. Comprender que vivimos en un mundo donde la Ciencia, la Tecnología, la Ingeniería, las Matemáticas y la Medicina (CTIMM) son “el rey”. Si nuestro destino es sobrevivir, (y SI realmente sucede), será porque habremos entendido y nos habremos preparado con fuerza para este nuevo mundo. Los Afro-americanos deben de enseñar a sus hijos de acuerdo con esto.

5. Controlar nuestro destino económico gracias al dominio de los principios de espíritu emprendedor, desarrollo empresarial, gestión, finanzas, contabilidad, publicidad, marketing, industria, construcción, tecnología, agricultura, ahorro, inversiones, banca, diezmo y patrimonio cultural, y enseñar estos principios a nuestros hijos.

Debemos controlar nuestro destino económico. Es el único medio de que los Afro-americanos puedan seguir siendo viables en América. A menos que nosotros, los Afro-americanos, nos ajustemos rápido a los cambios de nuestro mundo, ni algunos de nuestros primos en el continente de África nos querrán. Y seremos una verdadera “tribu perdida” que deambula por el mundo sin un hogar. ¡Debemos darnos cuenta de que vivimos en un país de “Edúquese o Muera” y en un mundo de “Edúquese o Muera” también! No hay etapa intermedia. Sin más algodón que recolectar, ¿qué hará América con los 40 millones de Afro-americanos? O mejor aún, ¿qué harán los 40 millones de Afro-americanos en América para asegurar su propia supervivencia? ¿Y cuándo comenzaremos?

Por Phillip Jackson
Fundador y Director Ejecutivo de:
The Black Star Project
3509 South King Drive Chicago,
Illinois 60653
773.285.9600
 
(para contactos de prensa pero no para publicar – 312.771.1010) Esta dirección electrónica esta protegida contra spambots. Es necesario activar Javascript para visualizarla
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1 Estudio U de C - http://www.chicagobooth.edu/pdf/bertrand.pdf

2 Estudio Pew - http://www.pewresearch.org/fact-tank/2014/12/12/racial-wealth-gaps-great-recession/

3 Estudio de Princeton - http://ac360.blogs.cnn.com/2008/08/09/study-black-man-and-white-felon-same-chances-for-hire/

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Sobre el autor de este artículo (publicado anteriormente por el Sri Lanka Guardian en 2015):  Phillip Jackson es el Fundador y el Director Ejecutivo de The Black Star Project en Chicago. Esta organización es una entidad filantrópica que trata de animar y apoyar a los jóvenes para que consigan el desarrollo académico mediante su implicación en la comunidad y en la familia. Jackson es un político americano que trabajó en los servicios sociales de la Oficina de Gestión y Presupuesto de Chicago (1994), antes de formar parte del sistema de Educación Pública de Chicago como Director de Asuntos Intergubernamentales en 1995 (donde también fue Jefe de Educación), y en el Organismo de la Vivienda Pública de Chicago (que tiene un presupuesto anual de 881 millones de dólares) como Director Ejecutivo en 1999. Jackson ha sido miembro activo de Boys and Girls Clubs de Chicago, interviniendo como Director Ejecutivo. Jackson ha recibido el Premio al Liderazgo de Chicago Cares “Power of One” y en 2003 fue nombrado el Padre del Año por la Iniciativa Parental de Illinois. Jackson es licenciado en la Universidad de Roosevelt y en la Universidad Nacional Louis, con un BA en filosofía y un certificado en educación respectivamente.