Entrevista exclusiva con uno de los más destacados productores/directores/guionistas estadounidenses: KENNETH JOHNSON Imprimir
Escrito por Patricia Turnier   
Sábado 14 de Mayo de 2016 00:00

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Kenneth Culver Johnson nació en 1942 en Arkansas (Pine Bluff (Condado de Jefferson). Sus padres fueron Kenneth Culver Johnson, padre, y Helene Maye Brown Johnson. Johnson se graduó del Carnegie Institute of Technology y ha desempeñado diferentes facetas: director, productor, autor, profesor y guionista. Su primera obra importante fue An Evening of Edgar Allan Poe en 1972. Poco después, escribió, produjo y/o dirigió unas de las series de televisión más populares de los años setenta, El hombre nuclear (1973-1978), basada en la novela Cyborg de Martin Caidin, La mujer biónica (1976-1978) y El increíble Hulk (1977/82).  

Antes de realizar estos populares programas de los años setenta, Kenneth Johnson ya era exitoso en Nueva York y en la costa este como director/productor. En 1966, formó parte de The Mike Douglas Show en Filadelfia, Pennsylvania, como productor, y dirigió la mayor parte del trabajo cinematográfico para el show. En 1967, cuando sólo tenía 24 años, reemplazó a Roger Ailes como productor ejecutivo de la serie.

Es importante tener en cuenta cómo La mujer biónica fue pionera en los años setenta. Jaime Sommers, quien interpretó a la mujer biónica, era fuerte y femenina; en otras palabras, no era andrógina. Sommers también era astuta, franca, segura e intrépida. Se comportaba con clase y delicadeza, sin ser ostentosa. Sus creencias y acciones profundamente sacudieron el estatus quo con respecto a cómo las mujeres eran retratadas en la televisión. Kenneth Johnson proporcionó a los espectadores internacionales una definición más amplia de lo que una mujer podría hacer en televisión.

Jaime Sommers fue novia en la secundaria del coronel y astronauta Steve Austin, el hombre biónico. Después de un accidente de paracaidismo y una cirugía de reestructuración pagada por el gobierno estadounidense, Sommers se convirtió en agente de información altamente secreta para la Oficina de Inteligencia Científica (OSI por sus siglas en inglés). Ella era capaz de correr a más de 60 mph, incluso se informó que su capacidad llegó a las 100 mph. Ella podía también doblar barras de acero, saltar desde lugares muy altos y escuchar sonidos desde una gran distancia. También se creó un perro biónico, llamado Maximillion, que podía correr a velocidades de hasta 90 mph. Max se preocupaba por salvar vidas tanto como sus compañeros biónicos, Steve Austin y Jaime Sommers. Ganadora del premio Emmy, Lindsay Wagner interpretó a Jaime Sommers.

Sommers, la más famosa agente secreta femenina, emprendió muchas misiones en las que hizo trabajo encubierto como oficial de policía, cantante, monja, luchadora profesional y así sucesivamente para luchar contra espías, extranjeros, científicos locos, etc. Sommers no era la única mujer poderosa del seriado; de vez en cuando ella tenía que luchar contra las Fembots, que eran robots con superpoderes similares a los de la mujer biónica.

El nombre "Jaime" era principalmente un nombre masculino (derivado de "James") antes de que comenzara la serie de televisión. Ciertamente, no es coincidencia que en 1976 el nombre Jaime se convirtiera en uno de los 100 nombres más populares del año en los EE.UU. El nombre femenino Jamie (una variante ortográfica) también se volvió muy popular en la época. Por lo tanto, se trataba de un fenómeno cultural.

Tres películas hechas para la televisión se hicieron entre 1987 y 1994, las cuales ampliaron la "familia biónica" y cubrieron el reavivado amor entre Jaime y Steve. La segunda película, Bionic Showdown introdujo a Sandra Bullock como la parapléjica Kate Mason, quien se convirtió en la mujer biónica de una nueva generación. Sommers ayudó a entrenar a esta androide novata. En agosto de 2002, se habló de una continuación de La mujer biónica, donde Jennifer Aniston había sido considerada para el papel principal, pero la película nunca se materializó.

En los años ochenta, Kenneth Johnson se convirtió en el creador de la famosa serie V de 1983 a 1985, la cual se inspiró en la novela antifascista de Sinclair Lewis It Can't Happen Here. Este seriado es sobre el poder, allí se utilizaron extraterrestres de manera metafórica y alegórica. 80 millones de espectadores en Estados Unidos sintonizaron V. Posteriormente, Johnson adaptó a la televisión la franquicia de Nación extraterrestre de 1989 a 1997 y varias películas de televisión relacionadas con la franquicia se hicieron en los años noventa. Nación extraterrestre - protagonizada por Michele Scarabelli, oriunda de Quebec – trataba temas como el prejuicio, la intolerancia, la discriminación, etc. Diferentes grupos étnicos relacionados con estos temas le dieron premios a Kenneth Johnson. En esta medida, recibió premios de asiáticos - americanos, latinos, judíos, afroamericanos, la comunidad homosexual, etc.

En 1997, Johnson estuvo a cargo de Steel protagonizada por Shaquille O'Neal. En 1998, dirigió la secuela Cortocircuito. Entre otros programas de televisión, produjo en 1993 un seriado piloto sobre Sherlock Holmes titulado Sherlock Holmes Returns. Muchas de sus series fueron disfrutadas por toda la familia y ganaron premios Emmy. Kenneth Johnson tiene un fuerte sentido visual que se hace evidente en su obra. Muchos elementos de sus miniseries se adelantaron a su tiempo. Por ejemplo, en los programas biónicos, los espectadores fueron expuestos frecuentemente a computadoras y otras nuevas tecnologías que no se usaban a menudo en su momento. Johnson es uno de los cineastas más creativos de América. A él también le interesa la música. En el pasado, aprendió piano y más tarde obtuvo el crédito de ser el compositor del tema musical de Nación extraterrestre y otros programas de televisión.

Además de producir y dirigir, Kenneth Johnson enseña seminarios cinematográficos en las principales escuelas de cine de América y Europa. Más específicamente, dio cursos en UCLA, USC, NY Film Academy, la Universidad de Columbia, Universal Studios en Los Ángeles, English National Film School de Londres, La Universidad Estatal de Moscú, y la lista continúa. Johnson es ganador del premio Viewers for Quality Television Award. Recibió también varios premios Saturn, el Sci-Fi Universe Life Achievement Award, etc. Además, obtuvo nominaciones para el premio Writers Guild y el Premio Edgar. Sus programas han sido traducidos a varios idiomas: coreano, francés, español, alemán, etc. Cabe también mencionar que Kenneth Johnson escribió ambas: V, la miniserie original, y V, la segunda generación. Sería fascinante si Kenneth Johnson pudiera escribir libros sobre sus programas de televisión más exitosos (por ejemplo, los de los años setenta) como Spike Lee hizo para sus películas. Estoy convencida de que, en estos libros, los futuros lectores descubrirían nuevas historias detrás de las escenas, al igual que en la siguiente entrevista.

A nivel más personal, Kenneth Johnson se casó con Bonnie Hollaway el 2 de febrero de 1963 y se divorció de ella en 1975. La pareja tuvo tres hijos. El 19 de junio de 1977, Johnson se casó con Susan (Susie) Appling y tuvo un hijo con ella. Kenneth Johnson tiene cinco nietos. Una de las hijas de Johnson, Katie Johnson, aspira a ser novelista, y otra hija, Juliet Johnson, autora. Esta última ha publicado un volumen de ensayos (http://somebodysalwaysungry.com). El hijo mayor de Kenneth Johnson, David Johnson, trabaja en teatro en Oregón. Y el hijo menor del productor, Michael Johnson, vive en Maryland y es comerciante.

En términos generales, Kenneth Johnson es un veterano que ha participado activamente en la industria del entretenimiento desde 1968. Él es el Spielberg de la televisión. Kenneth Johnson domina el arte de desarrollar personajes introspectivos para sus series y es el único productor/creador con tres series en “TV Guide’s 25 Greatest Sci-Fi Legends”: El hombre nuclear, La mujer biónica y V. En este sentido, Jonhson es principalmente conocido en la ciencia ficción por sus series de televisión de culto: la franquicia de ciencia ficción V, El increíble Hulk, El hombre nuclear, La mujer biónica y la adaptación televisiva Nación extraterrestre se doblaron a varios idiomas. Johnson es uno de los productores ejecutivos/ directores/ guionistas más creativos e innovadores de América. Continuamente, series de Johnson se están volviendo a hacer y esto es prueba de que su obra se percibe como un clásico. Por ejemplo, la novela original de Caidin -, así como la serie de televisión - tendrá una nueva adaptación de Cyborg, El hombre biónico, publicada por Dynamite Comics en el período 2011-2012, basada en un guión no producido por Kevin Smith. En 1994, había una película para televisión llamada Bionic ever after? En marzo de 2012, Dynamite Entertainment sacó al mercado el cómic La mujer biónica. Éste se basó en la continuación revisada del cómic El hombre biónico (una reinvención de El hombre nuclear), escrito por Kevin Smith, en el que se volvió a introducir el personaje de Jaime Sommers. Una miniserie fusionada, El hombre biónico vs La mujer biónica, se presentó en televisión en enero de 2013. Un enfoque ecléctico se utilizó en la serie biónica con algo de humor, drama y acción.

Los programas de Kenneth Johnson le dieron alegría a mi infancia y a la de muchos otros niños de todo el mundo. De hecho, sus programas siempre tenían algo especial para todos, sin importar la edad. Por ejemplo, como se mencionó, La mujer biónica fue fundamental para darle una perspectiva más amplia a la idea de lo que significaba ser mujer, y estoy segura de que tuvo una gran influencia en las mujeres e hizo que muchas mujeres se emplearan en trabajos no tradicionales de los años setenta, como agentes , policías y detectives, entre otros.

El Sr. Johnson respondió a nuestras preguntas con pasión y humor. De hecho, fue divertido notar que tiene un humor seco. Hablar con él me hizo darme cuenta de que la comedia es realmente algo natural para él. Descubrí que Kenneth Johnson es un hombre modesto que no se toma a sí mismo demasiado en serio. Pudimos llegar a él fácilmente. Se mostró generoso con su tiempo. Fue un verdadero placer hablar con él. Nuestros lectores seguramente aprenderán cosas nuevas acerca de sus espectáculos y su futuro proyecto. Hablamos con él desde Quebec en 2013. Esta es su primera entrevista desde esta provincia.

PATRICIA TURNIER HABLA CON KENNETH JOHNSON:

P.T. ¿Quién y qué lo inspiró a convertirse en director/ productor?, ¿Ha tenido un mentor? Además, ¿quiénes fueron los realizadores que admiraba cuando era joven y por qué?

K.J. Bueno, empecé a actuar en la secundaria y me gustó mucho. Además, me interesé mucho en el teatro. Empecé a hacer un poco de dirección y producción en ese momento. Cuando estaba en octavo grado, me compré una grabadora y encontré la copia de un guión de la novela de radio "La guerra de los mundos", que el dramaturgo (y futuro director de cine) Orson Welles hizo en 1939 en las radios americanas antes de que yo naciera. Esta radio-novela es una adaptación de la novela de HG Wells, La guerra de los mundos (1898). En ella, el autor hizo que la gente entrara en pánico; se trataba de una verdadera invasión de marcianos. Me reuní con mis amigos de octavo a noveno grado en la sala de mi casa e hicimos nuestra propia obra radial con mi grabadora. Más tarde, la llevé a la escuela para mostrarla en las clases. Muchas personas empezaron a verme como un muchacho dramático [risas]. Descubrí que me gustaba mucho y seguí haciendo teatro en la escuela secundaria.

Más tarde, me inscribí en el Departamento de Drama de lo que ahora se llama la Universidad Carnegie Mellon. Durante mi juventud, se llamaba Carnegie Institute of Technology. El Departamento de Drama era el más prestigioso del país. Había que hacer una audición para entrar. Decidí registrarme en dirección debido a que en este campo en el Carnegie se está expuesto a una educación amplia, que va más allá de la dirección. Más específicamente, a adquirir conocimientos en actuación, diseño de escena, diseño de vestuario, y otros. Esto permite aprender el trabajo de todo un equipo y del elenco. Esta elección tuvo mucho sentido para mí con respecto a la dirección que quería darle a mi carrera.

Otro elemento que fue fundamental para mí como productor y futuro director fue una parte de la sociedad de cine del instituto llamada La Sociedad de Arte Fílmico, donde los estudiantes podíamos ver, prácticamente gratis, catorce excelentes películas todos los semestres. Allí se presentaba el mejor cine de todo el mundo desde el comienzo de la cinematografía hasta la actualidad. Acabé haciéndome cargo de la sociedad fílmica. Reemplacé a Bill Pence, quien creó el Festival de Cine de Telluride, el cual celebró recientemente su cuadragésimo aniversario. Bill [Pence] sabía mucho sobre cine y me presentó las películas clásicas. Vi muchas películas cuando era un niño. Estaba particularmente encariñado con películas del oeste como las de John Ford. También disfrutaba las piezas de ciencia ficción de George Pal. Sin embargo, antes de mi participación en la sociedad no había tenido la oportunidad de ver la crema y nata de las películas de todo el mundo. Esta rica experiencia sin duda aumentó mi interés por el cine y cuando me gradué, terminé con una licenciatura en teatro, lo cual me dio una gran oportunidad para trabajar con actores y obtener las actuaciones que quería de ellos. Asimismo, tengo una formación de cinemateca como Jean -Luc Godard y François Truffaut del centro fílmico y museo de la Cinemateca Francesa de París, Francia. Este se convirtió en un momento crucial para mí pues me di cuenta de que esto era lo que quería hacer. Yo era un gran admirador de Truffaut. Quedé boquiabierto cuando descubrí La gran ilusión de Jean Renoir (quien tuvo que exiliarse y vivir en Hollywood en los años cuarenta), aunque soy consciente de las controversias en torno a esta película. Estos realizadores tuvieron un gran impacto en mí. Los considero mis primeros mentores con el cineasta japonés Akira Kurosawa, especialmente con su película El Séptimo Samurai. Esta es mi película favorita, porque Patricia [Turnier], encontramos en ella absolutamente todo [risas]. Amor, romance, suspenso, aventura, filosofía y una cinematografía increíble. Les recomiendo esta película a mis estudiantes de cine.

Retomando el tema de los mentores, mencioné a algunos de ellos como Welles, pero en un nivel más personal, recibí un gran apoyo de Harve Bennett. Él hizo las películas de La guerra de las galaxias (de la 2 a la 5) y se convirtió en un mentor importante para mí. Él era flexible y estaba disponible. Aprendí mucho de él. Siempre estaré agradecido con Harve [Bennett].

P.T. ¿Cuándo supo que tenía lo que se necesitaba para convertirse en director/productor?

K.J. Dos cosas sucedieron en mi último año en Carnegie, en el Departamento de Drama. Durante mis estudios, cuando me estaba entrenando en teatro y no en cine, hice mi propia película corta. La hice por mi cuenta. Mi amigo Bill Pence dirigía una división de cine en una base de la fuerza aérea. Él me dio una cámara con una cinta; esto me permitió crear una película de 30 minutos. Hice una película de suspenso y esta experiencia me hizo darme cuenta de que tenía lo necesario para convertirme en director de cine. Fue una revelación, porque me dio la oportunidad de descubrir que podía tomar un nuevo rumbo.

Durante este período de mi vida, en mi último año, también estaba dirigiendo una obra de teatro de Dylan Thomas, el gran poeta galés. Él escribió una corta y maravillosa obra titulada "Bajo el bosque lácteo”, que es muy compleja porque tiene sesenta personajes. Yo sólo tenía diez actores, por lo que los papeles se dividieron y el equipo tuvo que interpretar varios papeles. Reunir todo esto fue una difícil tarea. Cuando la presentamos ante el público, la reacción fue tan fuerte que, más tarde, cuando todo el mundo se había ido, me senté solo en el teatro y pensé que podía repetir esto [risas]. Me dije a mí mismo que realmente tenía la capacidad de convertirme en director y productor. Por lo tanto, la combinación del cortometraje y la producción teatral de Thomas fueron las revelaciones de que tenía una nueva carrera en el cine delante de mí.

P.T. Entonces, por lo que entiendo, ningún miembro de su familia trabajaba en la industria del cine.

K.J. Tiene razón; no vengo de una familia de artistas. Mi padrastro trabajaba en el área de los seguros y mi madre estaba en el campo de la industria editorial. Mi padre biológico era un hombre de negocios. Me incliné por la esfera artística porque me parecía emocionante. Cuando empecé a actuar en teatro durante la escuela secundaria, ver la reacción del público me emocionaba mucho. Mi corazón latía muy rápido [se ríe]. Me di cuenta de que mi vida debía estar enfocada a ese campo. No estaba pensando en las películas de la época sino sólo en el teatro.

P.T. ¿Viene de un contexto donde se recomendaba elegir lo que se consideraba como una carrera segura, por ejemplo una profesión liberal?

K.J. Mi padrastro y mi madre me dieron la libertad de elegir la carrera que quería. Tuve suerte en eso. Era hijo único.

P.T. Igual que yo [risas], tampoco tengo hermanos.

K.J. Ahí lo tiene [risas]. Yo conocía muy bien mi propia mente y era bastante maduro para mi edad. No creo que haya madurado mucho después de los 15 años. Todavía siento que mi desarrollo se detuvo en ese momento [se ríe].

P.T. Leí que alguien le aconsejó al principio de su carrera participar en la escritura, porque eso le permitiría tener el control de su destino en la industria. ¿Puede hablarnos de esto?

K.J. Cuando terminé la universidad, sabía que podía estar en la industria del cine. Tenía que crear las oportunidades para que esto ocurriera y la escritura me abrió puertas. Cuando llegué a Los Ángeles, Steven Bochco, quien estaba involucrado en la escritura de guiones para la serie televisiva de los años 70, Columbo (y era el creador de otras grandes series como Hill Street Blues, LA Law y NYPD Blues), me sugirió que debía escribir si quería tener una carrera duradera en la industria. Me explicó que la escritura representaba una gran herramienta para tener el control de mis proyectos y mi destino.

Tengo que decir, sin embargo, que la escritura llegó más tarde a mi carrera profesional. Antes de escribir, estuve haciendo un programa de televisión en directo durante algunos años en Nueva York. Era el único trabajo con el que podía alimentar a mi familia (nadie en ese momento estaba haciendo muchas películas en la Gran Manzana). Yo ya estaba casado. Cuando finalmente me fui a California, dormía en el sofá de un muy buen amigo mío, a quien había conocido en la universidad, Steven Bochco, el hombre que mencioné anteriormente. En ese momento, no era más que un escritor novato en los Estudios Universal. Él me aconsejó escribir porque ésta era la forma en la que podría volverme director. Los actores avanzan en su carrera interpretando diferentes papeles, algunos cortos y otros más largos, hasta que empiezan a ganar visibilidad, como usted seguramente sabe Patricia [Turnier]. Los guionistas escriben hasta que alguien les compra su trabajo. Ellos escriben guiones específicos basados en la especulación, con la esperanza de que se van a vender. Usted puede escribir guiones continuamente. Si usted solamente es director, alguien puede darle un gran presupuesto para hacer su película, o no darle nada. En este caso, usted depende más de otros. Hasta que usted no haya hecho algo para alguien más, la gente dudará en financiar su proyecto. Steven Bochco me arrastró a la escritura. Él tuvo que patear y gritar [risas], porque para mí siempre fue muy difícil escribir. No sentía que era mi fuerte.

P.T. [Risas] ¡Me sorprende escuchar eso porque creo que usted es un gran guionista!

K.J. Gracias, ¡pero nadie se sorprendió más que yo! [se ríe a carcajadas]. Lo que más me gusta hacer hasta ahora es ser director. Me encanta estar con mi reparto y equipo haciendo un trabajo en conjunto, pero la escritura es muy dura. Tal vez, me gusta menos ese proceso porque es una actividad solitaria. Steven [Bochco] me hizo reír en esa época. Me dijo que la escritura no era difícil; que consistía en mirar una hoja de papel en blanco hasta que apareciera sangre en la frente. Para mí, esto es lo que era, muy difícil escribir. Finalmente me di cuenta de que podía escribir porque tenía una formación en teatro clásico, incluyendo a Shakespeare, Sófocles y los contemporáneos. Leí y vi muchas obras de teatro, así que tenía un buen sentido de lo que era escribir grandes diálogos y personajes.

P.T. Creo firmemente que ayuda mucho cuando una persona comienza a descubir y estudiar los clásicos a una edad temprana. Leí a autores como Victor Hugo, Molière y Alexandre Dumas durante mi infancia. Es por esto que la escritura es fácil para mí y no me sorprendería que usted hubiera estado expuesto a autores similares durante su infancia.

K.J. ¡Ese es un punto interesante! Irónicamente, aunque la escritura no es mi actividad favorita, tengo muchos guiones en mis estantes que nunca he producido. Sin embargo, Steven [Bochco] me presentó en el pasado a varias personas de Universal. Uno de ellos era Steve Cannell, quien más tarde creó enormes series que tuvieron mucho éxito como The Rockford Files y Los magníficos. En ese período, él era editor de textos. Cannell y Bochco me daban tiempo para descansar cuando mis escritos eran vendidos y empecé a dirigir. A partir de entonces, a través de Steven Bochco, conocí Harve Bennett (como había mencionado), un importante productor de televisión en Universal quien leyó uno de mis guiones y quedó impresionado con el texto, aunque no se hubiera producido. La historia era sobre un actor de doblaje. Más concretamente, se trataba de una comedia de aventura. En ese momento, se estaba produciendo su nuevo programa llamado El hombre nuclear. La segunda temporada estaba comenzando y las cosas no iban bien. Así es como empecé a trabajar como guionista de seriados.

P.T. ¿Colaboró con el autor de Cyborg en la escritura del guión de El hombre nuclear?

K.J. Creo que cuatro películas experimentales de El hombre nuclear se hicieron antes de que Harve [Bennett] finalmente filmara una que pudiera ser transmitida. Yo no estaba involucrado con el programa cuando empezó. Los creadores de la serie trabajaron separadamente del novelista desde el principio. Así que cuando entré al equipo no trabajé con el autor y nunca lo conocí.

P.T. La mujer biónica fue revolucionaria en muchos aspectos, sobre todo en la ampliación de las funciones que una actriz podría tener en la pantalla incluso para los estándares de hoy en día. ¿Cómo se logró que la idea de El hombre nuclear llegara a buen término?

K.J. Pensé en ese momento que para Steve Austin sería interesante tener un socio igualitario. El papel de Jaime Sommers no era parte de la novela Cyborg. En cuanto a El hombre nuclear, al personal le faltaban guiones y necesitaban material rápidamente. Entonces, Bennett quería saber si yo tenía una idea para ellos y le hablé de la novia de Frankenstein [risas]. Me preguntó qué quería decir con eso. Le expliqué que El hombre nuclear era un organismo cibernético con piernas y brazos extraños y con un ojo especial. De alguna manera, era un monstruo que podría tener como compañero a Frankenstein. Le sugerí la introducción de una mujer biónica. A Bennett le gustó mucho la idea. Entré al equipo escribiendo muy rápidamente un guión de una hora. Fue el único dinero que gané ese año, que fue de gran escasez [risas]. Los jefes de ABC consideraron que mi guión era demasiado denso y querían que escribiera uno de dos horas. Les pregunté: " ¿eso significa que me pagarán el doble?" [Risas], y me dijeron que "sí". De esa forma, amplié el guión y lo convertí en una historia románica que titulé La mujer biónica. La historia entró en producción casi de inmediato. Se produjo en tres semanas.

P.T. El Departamento de Psicología de la Universidad de Boston escribió en los años setenta una carta dirigida al programa, que indicaba que la creación de Jaime Sommers era un arquetipo femenino maravilloso y no debería morir después de haber sido introducido. Esto no lo tenía en mente desde el principio, pero se encontró con contradictores. En concreto, en su primer guión cinematográfico, se suponía que ella debía seguir con vida en el nuevo proyecto. ¿Cree que el cambio ocurrió porque era demasiado revolucionario, en ese momento, ver a una mujer con todos los atributos que Sommers tenía? En otras palabras, había un deseo por mantener su statu quo, especialmente cuando históricamente pocas mujeres habían sido superhéroes?

K.J. Como habrá notado, Jaime Sommers murió cuando fue presentada por primera vez en el original de dos horas. En mis primeros borradores estaba viva, pero en un coma profundo. Sin embargo, el estudio y el canal querían que ella muriera. Querían una historia de amor como la famosa película epónima, ya que se había observado una tendencia en ese tiempo a ver a la heroína morir. No creo que haya encontrado contradictores porque fuera demasiado revolucionario ver una pionera femenina en la televisión o porque hubiera algún interés en impedir mostrar una mujer pionera. A pesar de que les dije que era un error hacerla perecer, esta no era la forma en que se veían las cosas. Por lo tanto, añadí en el guión que ella se iba a raíz de una hemorragia cerebral [risas]. Y entonces, empezamos a recibir muchas cartas y mi favorita fue la que usted mencionó de parte de la directora del Departamento de Psicología de la Universidad de Boston. Ella escribió: "¿cómo se atreve usted a matar a este brillante arquetipo femenino, a este maravilloso modelo a seguir para las mujeres jóvenes y que acaba de echar de lado" [se ríe a carcajadas]. Estaba furioso. Teníamos cientos de cartas por el estilo. Además, el canal y el estudio notaron que los índices de audiencia de El hombre nuclear se habían disparado como nunca antes.

P.T. ¿Hacía parte de su plan crear un papel femenino más amplio?, ¿Es usted feminista?

K.J. [Risas] Yo no tenía planes de exponer a la mujer con más atributos de los que el público estaba acostumbrado a ver, aunque después me divertí al darme cuenta de que era percibida de esa manera. Yo no estaba pensando en esos términos cuando desarrollé el personaje. Me parecía lógico y natural hacerla así. Después del accidente, Jaime tuvo la oportunidad de ser reconstruida con piernas artificiales y otras modificaciones. Al principio, ella se asustó porque se vio a sí misma como un monstruo. Pero después, gracias al apoyo de Steve Austin, quien pasó por un procedimiento similar, se sobrepuso a esta situación y mostró una gran capacidad de recuperación. Ella se aceptaba como era. No hacía alarde de sus habilidades supernaturales. En la nueva versión de La mujer biónica no captaron su esencia. La hicieron muy violenta, le rompía brazos a la gente, participaba en peleas de puños y mataba gente. Esta es una de las razones por las cuales el programa falló. No tenía el corazón, la esencia, la humanidad ni el humor. Cuando yo estaba involucrado en la serie de los años setenta, Jaime no tenía que golpear a nadie con fuerza letal para mostrar su fortaleza.

P.T. Lograr esto requiere una gran cantidad de sutilezas. Es muy inteligente.

K.J. Golpear a alguien cuando se es mujer biónica es demasiado fácil. Fue lo mismo con Hulk. Si la gente ve la serie de nuevo, no va a ver a ningún Lou Ferrigno perforando la cara de nadie. Hubo una gran cantidad de daños a propiedades, personas que se empujaban unas a otras y cosas por el estilo, pero sin grandes peleas. En cuanto a la mujer biónica, creo que le abre los ojos a la gente frente a la posibilidad de tener mujeres fuertes al mando, pero no en papeles feroces.

P.T. Esto se debe a que usted introdujo un concepto muy original y vanguardista con su agente secreta altamente capacitada que poseía poderes especiales. En otras palabras, ella fue la primera mujer androide.

K.J. ¡Este es un punto interesante! Cuando los ejecutivos vieron el aumento en los índices de audiencia volvieron a mí, estaban naturalmente inspirados. Dijeron: "tenemos que traerla de vuelta con vida, ¿por qué nos hizo caso?, "Fue estúpido matarla [se ríe a carcajadas]. De esta forma, Patricia [Turnier], tuve que inventarme el cuento de que Jaime estaba en un congelador. Este era un secreto de la OSI y las personas clave mantuvieron esta información al margen de Steve Austin. Estaban a punto de casarse. En ese momento, la repetición de los programas de televisión se hacía los veranos. Fue así como, al final del verano de 1976, en la última repetición de El hombre nuclear, a los espectadores se les informó que en la semana siguiente regresaría La mujer biónica. Patricia [Turnier], todos en Estados Unidos estaban sintonizados [risas] y la semana siguiente El hombre nuclear se catapultó por primera vez entre los 10 programas más vistos. Durante ese período, la serie se presentó los domingos por la noche justo después de All in the Family, que fue uno de los programas más importantes en América. El canal decidió pasar La mujer biónica a un programa aparte.

Tengo que decir que no sé si muchos niños leyeron La Mujer Maravilla, un cómic emblemático de gran éxito (creado por el psicólogo y escritor estadounidense William Moulton Marston), pero ciertamente algunos lo leyeron. Creo que este cómic abrió la puerta para crear personajes femeninos que no intimidaran a los hombres. Si estas mujeres tenían un gran corazón y eran accesibles, a los chicos no nos importaba ver una mujer fuerte que podía luchar en un papel dominante. De hecho, estas mujeres eran accesibles a ambos géneros. Esta tendencia trazó el camino para La mujer biónica.

P.T. La mujer biónica fue probablemente el primer programa en la historia de la televisión estadounidense donde varias mujeres eran actrices de doblaje. ¿Nos puedes contar sobre eso?

K.J. Las actrices de doblaje son una comunidad en crecimiento, pero tiene razón, desde hace muchos años que veíamos principalmente hombres con trajes haciendo esto [se ríe]. Había escasez de dobles. Encontramos a Rita Egleston quién era realmente brillante, inteligente y divertida, además de ser una muy buen doble de acción. Ella se convirtió en la doble de Lindsay [Wagner] para todo. Hizo todos los saltos difíciles, etc. Eso fue bueno, porque Lindsay [Wagner] no era particularmente atlética.

P.T. ¡Es difícil de creer! Nunca lo habría imaginado.

K.J. Lo sé, pero es verdad. Ella podía correr relativamente bien, pero era prácticamente lo único que sabía hacer. En el programa piloto se menciona que jugaba tenis profesionalmente, entre las mejores del mundo [se ríe]. Lindsay [Wagner] sabía cómo sostener la raqueta, pero eso era todo. La hicimos aparecer como si fuera deportista [se ríe]. Rita Egleston proponía constantemente muy buenas ideas para mejorar. Ella desarrolló sus propios métodos para saltar y aterrizar asegurándose de que encajaría perfectamente con Lindsay [Wagner]. Además, creó técnicas ágiles para hacer que los efectos especiales parecieran reales. Ella fue el principal apoyo de la serie. Tuvimos mucha suerte de tenerla. Todavía sigo en contacto con ella. Almorcé con ella el año pasado. Ella sigue siendo la misma gran mujer que fue durante nuestra juventud. Yo era el productor/escritor/director más joven de Universal en aquella época.

P.T. ¡Asombroso!

K.J. Fui el más peor pagado también.

P.T. [Risas]

K.J. [Risas] Es cierto, pero fue un momento muy importante en mi vida profesional.

P.T. ¿Por qué cree que tiene un público femenino, lo cual es inusual en la ciencia-ficción?

K.J. Cuando creé mis programas, nunca lo hice para complacer a las mujeres en particular. Creo que la forma en que puedo explicar este fenómeno es el hecho de que a menudo hay un contenido emocional en mi material relacionado con las relaciones y los personajes, en lugar de mostrar naves espaciales y explosiones. Creo que es más difícil y estimulante desarrollar personajes profundos y creíbles, humanos a los que la audiencia se incline. Esto es lo que siempre he tratado de hacer y supongo que esto es atractivo para las mujeres. La mayor parte de mi público desde el principio de La mujer biónica y El Increíble Hulk, entre otros programas, han sido las mujeres adultas, y después de ellas, hombres, adolescentes y niños respectivamente. Es la demografía perfecta. Me hace muy feliz saber que esto sucede en el mundo de la ciencia-ficción que a menudo trata cosas de chicos, especialmente de 14 años, en contraposición a los materiales que inspiran y conectan al público adulto. Más de la mitad de los correos electrónicos que recibo de todo el mundo son enviados por mujeres. Creo que las mujeres merecen ser tratadas y respetadas como iguales. Me encanta escribir buenos personajes femeninos, porque creo que no hay suficientes.

P.T. El increíble Hulk, El hombre nuclear y La mujer biónica estuvieron entre los programas más exitosos de los setenta. ¿Se implicó en el proceso de casting? Si es así, ¿qué cualidades vio en Lou Ferrigno, Bill Bixby, Lee Majors y Lindsay Wagner para darles vida a los personajes principales?

K.J. En primer lugar, me gustaría decir que cuando Universal se acercó para decirme que acababan de comprar los derechos de cinco superhéroes cómicos, me preguntaron cuál quería hacer. Les respondí que no era lo mío, yo tenía una formación clásica y quería una carrera ecléctica. No quería llegar a ser productor de superhéroes. Me fui a casa pensando en cómo rehusarme cortésmente sin crear frustración entre el personal de Universal. Gracias a Dios, ellos no escucharon mi terquedad [Risas]. Lo que realmente sucedió fue que leí la novela de Victor Hugo, Los miserables, la cual me regaló mi mujer. Tenía todos los personajes en mi cabeza, Jean Valjean, y así sucesivamente, con el concepto fugitivo. Me di cuenta de que podía utilizar algunos de los conceptos de Los miserables, y algunos de Dr. Jekyll y el Sr. Hyde, para convertir la premisa del personaje de Hulk (creado por Stan Lee y Jack Kirby) en un verdadero drama humano psicológico para adultos. Entonces, me fui de nuevo al estudio y dije que estaba dispuesto a estar a cargo de El increíble Hulk siempre y cuando me complacieran con las siguientes condiciones: que tuviera la responsabilidad del reparto, que iba escribir yo mismo los guiones y por último, quería utilizar 19ava novela de Sir Walter Scott sobre el rey Ricardo I, Ivanhoe, y la adaptación de Robin Hood de Scott. Yo quería a cambio, hacer una miniserie sobre estos temas. Afortunadamente, aceptaron todas mis demandas.

Voy a hablar primero de El increíble Hulk. Escribí el guión para el programa piloto de dos horas en siete días. Trabajé doce horas diarias, escribí 43 páginas.

P.T. ¡Impresionante, sí le gusta escribir! Esto me hace recordar que escribió la novela V Invasión Extraterrestre, por ejemplo.

K.J. [Risas] En el pasado, yo realmente pensaba que no sabía escribir.

P.T. Creo que sé adónde va. Si a una edad temprana leyó a grandes autores, como Shakespeare, sin duda piensa que no puede escribir. Esa fue mi experiencia; cuando leí a Molière durante mi infancia, no podía imaginarme a mí misma escribiendo.

K.J. [Risas] Creo que también es posible aprender de la mala escritura, de los malos diálogos de la televisión o de las películas. De hecho, entre más cosas ve, más puede tener una idea de su propia escritura. Con el tiempo, me di cuenta de que podía diferenciar grandes diálogos de Racine, Molière y otros, de los malos diálogos. Aprendí que si mi diálogo no funciona para mí mismo, tampoco lo hará para los actores. Esto significa que se requiere más trabajo de mi parte, y cuando por fin funciona para los actores, se vuelve muy gratificante.

Lo realmente sorprendente de El increíble Hulk es cuando le digo a la gente en el negocio que rodamos las páginas blancas desde el principio. Esto significa que usamos el guión original que escribí. A menudo, en la industria del cine, varias correcciones se producen después de que se presenta el primer borrador del guión. Antes del programa, me encontré en un entorno social con Bill Bixby solamente una vez. También lo vi en una obra de teatro televisada llamada Steambath. Era un drama maravilloso sobre un grupo de personas que terminaron juntas en un baño de vapor y no tenían manera de salir. Se dieron cuenta de que estaban en el purgatorio. Bill Bixby fue el protagonista y fue simplemente impresionante. Todas las emociones, los colores y el nivel de los sentimientos observados en El increíble Hulk estaban en esa obra en un televisor. Así, escribí el guión con Bill Bixby en mente. Su agente le dio mi guión. Su primera reacción fue: "Yo ni siquiera voy a leer algo que se llama Hulk, [se ríe a carcajadas]. Su agente respondió: "Sí, lo leerá" [risas]. Por lo tanto, lo leyó y me llamó el mismo día. Estaba muy entusiasmado y nos encontramos al día siguiente. Irrumpió en mi oficina. Cuando él entraba en un lugar su presencia en realidad se sentía [risas]. Era más grande que la vida misma. Dijo que íbamos a hacer un drama para adultos a partir del guión, donde mi personaje iba a sufrir. Durante la serie, me impresionó observar la intensidad que le imprimía al personaje, usando una amplia gama emocional que era, sin duda, necesaria para el papel. Yo sabía que podía interpretar a Hulk.

P.T. Usted sí sabe cómo hacer programas que son atractivos para niños. No me asusté al ver a ese gigante humanoide verde (el alter ego del Dr. Banner), pero sí tuve miedo al ver a la bruja de El mago de Oz. ¡Vea usted!

K.J. [Se ríe a carcajadas]. ¡Qué interesante! Creo que Hulk tuvo un éxito extraordinario por varias razones. Hice algo para mi película piloto que nadie había creado en la televisión. Puse un títular que decía: "dentro de cada uno de nosotros, de vez en cuando, hay una poderosa y embravecida furia". La mayoría de nosotros, en algún momento de nuestra vida, nos sentimos muy enojados y queremos explotar. Entonces, las personas se sintieron identificadas con el titular. En segundo lugar, el público se identificaba con Bill Bixby porque él ya era una estrella de televisión. Aparecía en varios programas exitosos que estaban al aire. Era muy cálido, accesible y humano. El público captó la esencia de lo que pasaba, incluso sin darse cuenta de que este contenido se basaba en mi formación clásica. Se refería a la idea de Hubris en la Antigua Grecia, donde el falso orgullo y el exceso de confianza conduce a los protagonistas a pensar que son más inteligentes que los dioses, y estos últimos vienen a vengarse después. Él hizo que la maldición le cayera sobre sí mismo, lo cual es una historia clásica griega. El Dr. David Banner no fue capaz de rescatar a su esposa de su automóvil en llamas. En consecuencia, se sintió muy culpable y, de nuevo, el público se identificó con esta conmovedora historia. Necesitábamos un actor que pudiera capturar e interpretar la complejidad de las emociones que formaban parte del personaje y Bixby definitivamente lo hizo. Hay muchas historias de mujeres frágiles que pudieron levantar carros para salvar a sus hijos; sin embargo, el Dr. Banner no fue capaz de encontrar esa fuerza para rescatar a su esposa. Debo mencionar que el cómic de Hulk no fue tan exitoso como Batman o Superman, lo cual es irónico.

P.T. Esto es sorprendente, ya que, por lo general, cuando la gente hace una película o un programa de televisión basado en un libro, la mayoría de las veces es un éxito de ventas.

K.J. ¡Exactamente! El personaje y el libro alcanzaron el éxito después de la serie. El autor Stan Lee, obtuvo elogios maravillosos por lo que hicimos con el programa. Hay cosas que teníamos que hacer de manera diferente de como estaban en el libro para que el programa funcionara. Yo siempre busqué dignos adversarios para que se fueran en contra de Hulk, a quien llamé la criatura. En uno de los programas piloto, al público le encantó ver cuando Bill Bixby, convertido en Lou Ferrigno mediante una metamorfosis, luchó contra un oso. Creé el programa sobre todo para adultos. Al principio, yo quería a un actor para el papel de Hulk. Cuando conocí a Lou [Ferrigno] en esa época, tenía 24 años y medía 1.93 metros. Era el Sr. Olympia y tenía unos músculos increíbles. Sus bíceps eran de 26 centímetros de diámetro.

P.T ¡Impresionante!

K.J. Sus brazos eran más grandes que la cintura de la mayoría de las mujeres [risas]. Antes del programa, Lou [Ferrigno] no había actuado nunca. Previamente había aparecido en algunos documentales sobre la construcción del cuerpo. Entonces, esa era su primera experiencia en una ficción televisiva. Se adaptó muy bien. El actor que teníamos antes era Richard Kiel, que aparecía también en James Bond, etc, incluso rodamos una semana con él interpretando a Hulk. Él medía 7 pies y medio de altura. Sus manos eran el doble del tamaño de las mías y las suyas combinadas. Si se parara junto a él, se vería como una niña de 7 años.

P.T. [Se ríe a carcajadas]

K.J. [Risas] Más tarde nos dimos cuenta en el estudio de que realmente necesitábamos un hombre muscular. Decidimos que íbamos a trabajar con Ferrigno y que no iba a hablar como en el cómic porque nos pareció que así sería más adecuado para un público adulto; este no era el caso del material escrito en el libro. Mantuvimos el color verde, que era parte del libro, pero al principio lo cuestioné: porque el color de la rabia es el rojo y este color está más cerca de los seres humanos. Entonces, no es que hubiera habido una audición en la que hubiéramos visto cómo trabajaría como actor Lou [Ferrigno] leyendo el guión. En lugar de eso hicimos algunas improvisaciones. Morí en sus brazos y me tiré al piso en mi oficina [risas] para ver cómo reaccionaba. Esto hizo parte de una de nuestras historias. Me permitió evaluar si tenía el nivel de actuación que estaba buscando. Hay otro aspecto que quizás usted no sabía. Lou [Ferrigno] era sordo.

P.T. ¡Increíble! Lo vi en El aprendiz.

K.J. Bueno, él ha mejorado mucho desde entonces. Cuando tenía 6 años de edad, creo que tuvo fiebre reumática y perdió el 90 % de su audición. Por eso, llevaba audífonos grandes y leía los labios. Él también estuvo en terapia del lenguaje por catorce años. Lou [Ferrigno] creció en Brooklyn y muchas personas hablan como él incluso si oyen bien: "Oye, Patricia, ¿cómo te va chica?" [En este caso, Johnson hace el acento italiano de Brooklyn], [risas]. Entonces, no se podía saber la diferencia porque Ferrigno tenía todo el estilo de Brooklyn [risas].

P.T. ¡Increíble! Nuestro magazín digital Mega Diversidad ama el perfil de personas que superaron obstáculos y se volvieron exitosas. Estas historias son fascinantes. Lou Ferrigno debería escribir un inspirador libro de memorias. Estoy convencida de que mucha gente se inspiraría con esa historia

K.J. Sí, es increíble. Al principio de la serie, Lou [Ferrigno] me preguntó: " Kenny, ¿por qué El increíble Hulk no tiene ningún diálogo? [Risas] le contesté: "Bueno, Lou, él no suena como usted y no creció en Brooklyn" [se ríe a carcajadas]. Fue muy gracioso. En el set, a menudo, el equipo tuvo que comunicarse con él con señales de mano y otro tipo de indicaciones porque no escuchaba las direcciones que yo le daba. Fue todo un reto y fue asimismo una experiencia interesante. Con los años, como mencioné anteriormente, Lou [Ferrigno] desarrolló sus habilidades del lenguaje. Entonces, con el tiempo, su audición y expresión oral mejoraron. Ahora, él trabaja a tiempo parcial en la oficina de un sheriff de Los Ángeles y hace charlas motivacionales en escuelas y otros lugares. Todavía estamos en contacto y somos muy buenos amigos.

 

Con respecto a Lee Majors, él ya estaba en el programa cuando yo entré a trabajar. Por lo tanto, yo no hacía parte del reparto. Majors era genial en el programa. Supo cómo entrar bajo la piel del personaje de Steve Austin de una forma que cautivó al público estadounidense. Era probablemente la estrella más importante en la televisión del momento. Para lograr esto, se requiere tener una fuerte presencia en la pantalla y poseer gran tesón. Él tenía carisma, como Steve McQueen, a quien llamaban "The King of Cool”. McQueen conocía sus fortalezas y sabía explotarlas bastante bien. Puedo decir lo mismo de Majors. Ambos actores tenían al público a sus pies. Cabe mencionar también que Majors era un gran atleta en la secundaria y la universidad y siguió siéndolo después. Él tenía un excelente estado físico. Además, era muy agradable trabajar con Lee [Majors]. Nos reímos bastante durante el programa. Él se molestó un poco y se puso algo celoso cuando creé La mujer biónica, la cual se volvió famosa rápidamente.

P.T. [Risas]

K.J. [Risas] Dejé un poco de lado El hombre nuclear para trabajar más en La mujer biónica. Eso le molestó. Me dijo: "¿Por qué se va? debe quedarse conmigo para que hagamos más programas juntos". [Aquí Kenneth Johnson imita la voz de Lee Majors]. Le respondí: "Lee, yo a usted lo quiero pero este es mi bebé, me tengo que ir "[se ríe a carcajadas]. Hablando en serio, él mostró generosidad y funcionó bien en el nuevo proyecto y en otros programas posteriores. Majors era muy inteligente. Conocía sus fortalezas en la actuación y las utilizaba en su beneficio. América lo amaba.

P.T. ¡Y en otras partes del mundo también lo amábamos! Era muy conocido en Canadá y en el extranjero.

K.J. ¡Por supuesto! Volviendo a su pregunta sobre el casting de Jaime, en realidad no hicimos audiciones. Vimos actrices en muchas películas. Harve [Bennett] y yo estábamos buscando a alguien que pudiera ser como una vecina. Era muy importante para nosotros que el público no sintiera que se trataba de alguien inaccesible. Queríamos que el público fuera capaz de relacionarse con ella por su fuerza, sus vulnerabilidades, etc. Así que cuando vimos las películas, vimos un par de piezas del trabajo de Lindsay Wagner. En ese momento, ella tenía un contrato con Universal. Vimos a una mujer muy bonita, pero no distante. Desde luego no podía aparecer arrogante ante el público. Además, descubrimos que era una actriz muy hábil, sobre todo cuando se trataba de la espontaneidad. Se veía siempre muy natural. Nos gustó la agudeza y frescura de su mirada, entre otros atributos. No parecía que ella estuviera interpretando un papel. Estuvo claro para nosotros que ella era la mujer que buscábamos después de conocerla. Sabíamos que iba a darle varios matices y profundidad a la interpretación de Sommers. Lindsay [Wagner] es una excelente actriz. Tiene la capacidad de darle vida al guion, haciendo que suene real, dándole veracidad y mejorando la parte emocional.

P.T. Podría agregar que ella no se veía como una rubia tonta. Se veía bonita, elegante y con la cabeza bien puesta sobre los hombros.

K.J. ¡Exactamente! La inteligencia fue siempre el factor clave. Yo quería crear un personaje que fuera una mujer fuerte e inteligente, con grandes habilidades analíticas. Tenía que ser muy lógica y con gran juicio. Sentimos que Lindsay [Wagner] era perfecta para el papel y teníamos razón. Encontró los mejores atributos para interpretar el guion con increíble facilidad y expresaba una amplia gama de emociones. Pasé mucho tiempo con Lindsay [Wagner] para escuchar la forma en que hablaba (su lengua vernácula, etc), observar cómo se comportaba, y así sucesivamente. Quería ver que iba a poder adaptarse a los futuros guiones para que todo se viera lo más natural posible. Entonces, el personaje que la gente vio en la pantalla era muy similar a la Wagner de la vida real.

En general, Lou Ferrigno, Bill Bixby, Lee Majors y Lindsay Wagner definitivamente sacaron lo mejor de los personajes que estaban interpretando. Estos actores fueron geniales a la hora de transmitir el contenido emocional adecuado. Podían capturar la esencia y la densidad de la personalidad. Trajeron matices a sus roles y los humanizaron.

P.T. ¿Por qué no participó en la tercera temporada de La mujer biónica?

K.J. Trabajé muy de cerca a Lindsay [Wagner] los dos primeros años de la serie. Sin embargo, ella empezó a tener problemas en su matrimonio. También tenía problemas personales con el abuso de sustancias. Esto comenzó a afectar el trabajo y nuestra relación profesional se ponía cada vez más difícil. Yo sabía que mi colaboración con ella no iba a funcionar para la tercera temporada, así que pedí retirarme del programa. Sentí que estábamos en un acantilado y que nos íbamos a caer. Por eso no trabajé en la última temporada. El programa en Canadá se llamaba Super Jaime, ¿no?

P.T. En aquel entonces yo era niña y sólo vi el programa en francés porque no hablaba inglés. Se llamaba "La femme bionique", que significa "La mujer biónica". Estoy bastante segura de que el título era el mismo en la Canadá inglesa. Nosotros no cambiamos el nombre cuando viene del mismo idioma.

K.J. Una vez estuve en la casa de Charlie Chaplin en Suiza después de que él había muerto. Su nieto de 7 años de edad, que también se llamaba Charlie, me dijo cuando nos conocimos: "Oh, Dios mío, usted hizo Super Jaime [ríe a carcajadas].

P.T. Así se llamaba el programa en ese entonces en Francia, por lo que el mismo título se utilizó en Suiza.

K.J. Oh, ya veo. Nunca vi la tercera temporada de La mujer biónica. Sin embargo, la gente me dijo que la calidad del programa no era la misma y que había tomado una dirección diferente. Lindsay [Wagner] y yo nos reconciliamos con el tiempo. Ella reconoció que había sido un poco idiota [risas]. Todo salió bien. Yo estuve muy contento con ella durante las dos primeras temporadas. Tuve que dejar El hombre nuclear para centrarme en La mujer biónica. Hubo una época en que trabajé en los dos programas a la vez.

P.T. ¡Debió haber sido una locura!

K.J. ¡Definitivamente, Patricia [Turnier]!

P.T. Usted declaró a los medios que, sorprendentemente, su mayor público han sido siempre las mujeres para todo el trabajo desarrollado. Anteriormente, nos habíamos centrado en sus programas de ciencia-ficción sobre este mismo tema. ¿Cómo explica que el público femenino tenga más interés en todas sus series?

K.J. Me gusta incorporar contenido emocional en mis personajes y en sus relaciones. Por lo tanto, al escribir, me centro en estos elementos más que en los efectos visuales. No me gustan las explosiones ni los bombardeos injustificados. Disfruto desarrollar papeles creíbles. En mi opinión, las mujeres merecen ser presentadas con respeto y bajo un trato igualitario. Esto es natural para mí. Como había mencionado, no estaba buscando deliberadamente una manera de atraer al público femenino. Supongo que la incorporación de contenido emocional es la razón para el interés del público femenino en mi trabajo. Mi mayor audiencia son las mujeres adultas. Ha sido el caso de V y el de todos mis trabajos. Como ya he dicho, más de la mitad de los correos electrónicos que recibo vienen de ellas. Las mujeres son sin duda mi mayor demografía.

P.T. Los únicos programas de televisión de ciencia ficción que vi en mi vida fueron los suyos. ¡Esas series me cautivaron! También vi de vez en cuando Los archivos secretos X.

P.T. ¿Cuál es su estilo de dirección?, ¿les da a los actores la libertad de intervenir en cierta medida en sus proyectos? En otras palabras, ¿está completamente a cargo de guiar a sus actores o les permite que pongan sus ideas sobre la mesa?

K.J. Estoy muy preparado para dirigir, Patricia [Turnier]. Es curioso, porque como guionista, cuando usted escribe un renglón en el papel, puede oír en su cabeza la forma exacta en la que quiere que el actor lo diga, teniendo en cuenta las entonaciones, matices y tiempos. Usted tiene una idea clara de cómo debe sonar. Estando en el estudio, muchas veces escuché a los actores decir una de mis preciadas líneas con un giro de 180 grados a como me había imaginado que sonaría, y era mucho mejor así [risas]. Entonces les decía, eso estuvo excelente, realmente capturó lo que estaba buscando [risas].

P.T. Por lo tanto, usted no es rígido.

K.J. ¡No, en absoluto! Me considero flexible. Sin embargo, tengo una visión clara de cómo se supone que se rodará cada escena y de cómo será la puesta en escena. Conozco de antemano la forma en que los puntos dramáticos deben ser interpretados, el número de ángulos de cámara y el número de tomas que necesito. Por lo general, hablo antes con los actores; revisamos los guiones juntos y sabemos cómo vamos a hacer las cosas en el escenario. También estoy abierto a escuchar sus sugerencias. A veces, les dejo espacio para la improvisación en el escenario. Por ejemplo, una vez le pedí a un actor que caminara en un lugar específico para observar la forma en que se vería en pantalla.

Es interesante ver que los actores añaden algo nuevo y que yo no tenía pensado, un movimiento, por ejemplo, que le añade valor a una escena. Es enriquecedor cuando el reparto y el equipo comparten su creatividad. Estoy abierto a hacer modificaciones en estos casos, o a escuchar lo que algunos actores sugieren para ampliar sus personajes. Por lo general, esto funciona con actores experimentados. Sin embargo, por ejemplo, si veo a un actor caminar en una dirección donde la iluminación no está bien, voy a decírselo. En general, hacemos trabajo en equipo y me gusta desafiar al grupo de gente con que trabajo. Tengo buen oído para las ideas de otras personas. Por lo tanto, también me gustan los retos. Es divertido ser desafiado por el elenco y el equipo.

P.T. ¿Qué consejo les daría a quienes quieren seguir sus pasos en la televisión? En otras palabras, ¿qué habilidades se requieren para convertirse en director y/o productor, y en un exitoso actor?

K.J. Estoy tratando de hacerlos desistir porque ya hay demasiada gente buena en el negocio. Hay demasiada competencia, no creo que deban intentarlo [se ríe a carcajadas]. En serio, me hacen esta pregunta mucho a través de mi página web www.kennethjohnson.us.  Página que usted conoce, por supuesto. Cuando hice el comentario de DVD para V, invité a la gente a escribirme a través de mi página web y he recibido miles y miles de correos electrónicos de personas de todo el mundo.

P.T. ¡Me imagino!

K.J. Es muy gratificante y me gusta responder a todas las preguntas porque siento que si alguien se tomó el tiempo de escribir, por lo menos debería tener la cortesía de responder.

P.T. Creo que esto también demuestra que disfruta escribir.

K.J. [risas] Puede que tenga razón. La gente a menudo me pide consejo y lo primero que les digo es que se eduquen. Si quieren ser actores, directores, guionistas o cualquier otra profesión, vayan a la universidad.

P.T. Y a las mejores si es posible. Creo que fue muy interesante saber que en su camino esto fue lo que lo hizo convertirse en director de cine.

K.J. ¡Por supuesto! Fui a una gran escuela de teatro para conseguir una formación sólida. Tengan eso en cuenta como recomendación para trabajar en la industria cinematográfica. Las habilidades teatrales son sin duda necesarias, incluyendo las clases de actuación y escritura, porque entre más conozca el oficio, mejor le irá. Mucha gente quiere ir a Hollywood y decir: "aquí estoy, quiero ser una estrella "[risas].

En ocasiones, puede suceder que alguien de la nada se vuelva famoso; sin embargo, para lograr permanecer en el negocio usted realmente necesita estar preparado, es importante tener una fuerte ética de trabajo y mejorar día a día, de lo contrario se llega a una fase de estancamiento. Por lo tanto, la educación constante es crucial. Hace poco vi con mi hija Katie, obra griega llamada "Prometeo". Ninguno de los dos la había visto antes, así que fue una experiencia de aprendizaje. A menudo vemos obras de Shakespeare, también con frecuencia vamos a cine. No veo mucha televisión porque me gusta más ver películas y leer en mi tiempo libre. Afortunadamente, me casé con la mujer más culta que he conocido. Ella me ha proporcionado constantemente nuevo material y creo firmemente que ha sido fundamental en mi carrera. Así que mi consejo para los aspirantes a cineastas es leer. Esto expande las posibilidades en la industria cinematográfica. Por ejemplo, un actor que ha leído mucho - tendrá una amplia gama de papeles que él/ella puede interpretar. En este caso, la persona no estará limitada.

Puede sonar cliché, pero suelo preguntar a los jóvenes cuando les hablo en mis clases o discursos motivacionales si les encanta actuar. Yo no estoy hablando de la fama, el glamour, el dinero, o el prestigio que puede venir con la actuación, sino, ¿es su verdadera pasión? En otras palabras, ¿es eso lo que los hace respirar? Esto se refiere a un compromiso profundo consigo mismo. Esto es muy importante, especialmente para las personas que quieren durar en el negocio. Muchas personas piensan que aman actuar y creen que pueden hacerlo. La realidad es que muchos no tienen las habilidades, la dedicación ni la pasión para alcanzar el nivel de éxito que desean tener.

P.T. En cualquier carrera, para estar en la cima se requiere un mínimo de 10,000 horas de trabajo y práctica, y para ello sin duda tendrá que estar apasionado con lo que hace, de lo contrario va a renunciar.

K.J. ¡Interesante! El glamour es efímero. En realidad es necesario tomar en serio lo que se quiere hacer en la industria cinematográfica. A menudo muchos son rechazados en las audiciones. Usted tiene que ser insensible para mantenerse en el negocio.

P.T. Tener confianza es muy importante. Me encanta escuchar la historia de la ganadora del Oscar, Sally Field. Antes de su gran éxito con The Flying Nun, tuvo un agente que le dijo que no tenía lo que se necesitaba para triunfar en Hollywood. ¡Ella despidió al agente!

K.J. Es interesante que usted la traiga a la conversación porque ella en realidad fue una de las actrices que tuvimos en cuenta para La mujer biónica.

P.T. ¿En serio? No tenía ni idea.

K.J. Así es, pero Lindsay [Wagner] parecía mejor para lo que buscábamos en ese momento. Lo que usted mencionó les sucede a muchas personas en varios campos. La novelista de Harry Potter, J. K. Rowling, fue rechazada por muchas editoriales cuando presentó su manuscrito. Pensaban que nadie compraría su libro. Por lo tanto, este es sin duda otro consejo para aquellos que quieren triunfar en la industria cinematográfica. Tienen que creer en sí mismos y asesorarse de quienes alcanzaron el éxito en la profesión. Lindsay Wagner estaba bajo contrato cuando rodamos la secuela. Cuando terminó el programa, Universal la dejó ir porque su contrato había terminado. El estudio no creía que ella tuviera los atributos para justificar un gran salario. Sin embargo, los índices de audiencia eran enormes y Universal llamó a su agente para traerla de vuelta. Afortunadamente, Lindsay [Wagner], sabía cómo negociar bien su salario. El estudio quería darle 5.000 dólares por episodio y el agente pedía 25.000 dólares. Al principio, no les gustó pero aceptaron rápidamente. Finalmente, para ella fue positivo no seguir bajo contrato porque el sueldo habría sido mucho menor. Ella era una actriz muy talentosa y ganaba lo que merecía.

P.T. Esto demuestra la importancia de tener un buen agente para estar en la industria. Supongo que este es otro consejo para las personas que quieren trabajar en esta industria.

K.J. ¡Por supuesto! Otra recomendación que puedo darles es que estén siempre preparados y que hagan bien su tarea. Por ejemplo, si los actores deben hacer investigación para alguna de sus partes, deben tomar la iniciativa. Los actores también tienen que saber sus líneas, y así sucesivamente. Deben ser pro-activos y no esperar a que la gente les diga lo que deben hacer.

Más específicamente, los cineastas necesitan visión y saber el enfoque que van a utilizar. Por ejemplo, como guionista y director debe tener claro si quiere utilizar escenas retrospectivas en su película o si va a contar una historia lineal. La historia debe ser presentada de manera que todo fluya. Hay muchas cosas que aprender como cineasta: cómo crear secuencias de fantasía, cómo rodar, ensayar, utilizar las instalaciones, crear guiones gráficos, doblar la partitura musical, jugar con el ritmo de los diálogos, etc.

Usted debe estar muy bien informada y ser elocuente porque debe presentar bien su presupuesto, con argumentos de peso para justificar los costos de sus películas, por ejemplo. Su visión de la película tiene que estar claramente definida. ¡Debe ser capaz de negociar diplomáticamente con personas clave, aquellos que tienen el poder de darle luz verde a su película. ¡Debe ser flexible, ya que, a veces, tendrá que modificar el presupuesto de su película. Como guionista, usted debe saber cómo desarrollar personajes con sus psicologías, sus dinámicas, sus historias, etc. Una vez más, leer mucho va a ser muy beneficioso para la fase de expansión de su carrera.

También es importante mencionar que no existe ninguna escuela que le enseñe cómo lidiar con la fama. Ese fue el talón de Aquiles de Lindsay Wagner. La consumió. Cuando Lou Ferrigno, después del comienzo de Hulk, de repente apareció en la portada de TV Guide y toda la prensa, comenzó a subírsele la fama a la cabeza [risas]. Lo llevé a un lado y le dije: "Lou [Ferrigno], No se pierda a sí mismo". Le expliqué que el cálido viento puede soplar muy bien para usted y luego, de repente, puede llegar a enfriarse. Finalmente escuchó y entendió que la fama puede ser fugaz.

Para concluir, la confianza es muy importante en este negocio. Usted debe tener fortaleza y no darse por vencido. Es fácil renunciar y difícil seguir. Por eso, es importante ser apasionado, ya que viene muy bien en tiempos difíciles. No hay que subestimar la importancia de estar tan bien informado como sea posible. Por ejemplo, si usted trabaja como director de cine en una película histórica que abarca varias décadas, es necesario tener en cuenta el lenguaje de la época, los trajes, los códigos culturales (para evitar anacronismos ), etc. Se requiere investigar para obtener una comprensión clara de la época. Como cineasta, es crucial tener una comprensión global del negocio: cómo conseguir porcentajes por películas, etc. Como mencioné antes, vi muchas obras de teatro, películas y leí muchos clásicos. Esto constituye una importante base y se la recomendaría a cualquier persona que aspire ser cineasta.

P.T. ¿Cree que es cierto que hoy en día hay muchas más oportunidades para los jóvenes cineastas, ya que pueden crear películas con las nuevas tecnologías mediante el uso de computadores portátiles, cámaras digitales, y otras herramientas para la edición, puntuación, creación de efectos visuales, etc?

K.J. ¡Por supuesto! Hay muchas más opciones ahora. Por ejemplo, cuando yo quería hacer una película corta mientras estaba en la universidad, como mencioné antes, un amigo tuvo que pedir prestada la cámara de la fuerza aérea. Era una cámara de película de 16 mm. Después de usarla para el rodaje, tuve que pagar para que la procesaran y tuve que encontrar un lugar para editarla. También tuve que ver cómo iba a pagar por la música. Yo no tenía los recursos económicos para pagar una orquesta [risas]. No teníamos los programas informáticos CGI, etc. Por lo tanto, como puede ver, el procedimiento es mucho más fácil ahora. Es más accesible, se democratizó. En 1983, cuando hice la miniserie V, hubo un par de tomas que duraron veinte segundos en la pantalla Patricia [Turnier]. Muchos de ellos costaron $75.000.

P.T. No me sorprende. Sé que los efectos especiales son muy caros.

K.J. Ni siquiera estaba satisfecho con algunos de los resultados. Ahora es posible realizar los mismos efectos especiales usando un teléfono celular y se ven mejor de lo que nosotros hacíamos en ese entonces. Incluso es gratis. A menudo recibo mini clips de trabajos que alguien hizo y me asombra ver cómo ha evolucionado la tecnología. Este material realmente se ve bueno y profesional. Los jóvenes deben estar realmente agradecidos de tener acceso a tan alto nivel de tecnología, pueden trabajar con herramientas que nunca tuve al crecer. Deben seguir sus sueños. Los jóvenes cineastas tienen más oportunidades para practicar y obtener la experiencia requerida. Esta es la forma en que pueden mejorar. Nunca olvidaré la sensación que tuve cuando vi mi primer cortometraje en pantalla. Fue diferente a lo que había imaginado. Me hizo darme cuenta de que todavía había mucho que aprender. Trabajo con niños de barrios pobres en Los Ángeles y les explico la forma de abordar el cine con el equipo que pueden utilizar.

P.T. Me gustaría añadir el hecho de que es un mito, hasta cierto punto, creer que se necesita mucho dinero para hacer una gran película. Creo que cuando un cineasta utiliza actores talentosos y su película se hace profesionalmente con un buen concepto, el cielo puede ser el límite. Por ejemplo, en 1965, el equipo de la película A Patch of Blue, una joya artística que superó el paso del tiempo, protagonizada por Sidney Poitier, no tenía dinero para hacerla a color. Sin embargo, la película consiguió notoriedad y fue nominada a los Premios Oscar junto a otras películas que tenían mucho más presupuesto, como La novicia rebelde. Haber hecho A Patch of Blue en blanco y negro le dio más profundidad y autenticidad a la oscuridad de la historia (como La Lista de Schindler). En otras palabras, se transmitió la esencia de su trama sombría. Otro ejemplo más reciente que puedo dar es El cisne negro, donde se contrataron actores y bailarines talentosos. La película, que tuvo algunos efectos especiales, costó $13 millones y recaudó $329.398046 millones en taquilla.

K.J.¡ Este es un punto muy interesante! Yo conocía a la protagonista de A Patch of Blue, Elizabeth Hartman. Solíamos llamarla "Biff " cuando estudiamos juntos en el Carnegie.

P.T. Es triste que esta talentosa actriz, nominada a un Premio de la Academia, se haya suicidado.

K.J. Sí, lo es.

P.T. ¿Qué otras sorpresas está preparando para el público como director?

K.J. Tengo y controlo los derechos de las películas de mi miniserie original V. Todos los grandes estudios han querido comprar los derechos por una cantidad ridícula de dinero sin darme el control de la parte creativa. Es decir, no estaba seguro de si me permitirían dirigir, escribir y/o producir la miniserie. Me preocupaba perder el control creativo del material. Por último, literalmente les dije que no a todos los grandes estudios, uno por uno. Me preguntaron cuánto dinero quería. Les respondí que no era por el dinero, se trataba de proteger mi proyecto. Es como mi bebé y no quiero que esté en mal estado. Ya habían tratado de rehacer La mujer biónica y El increíble Hulk, y francamente, todos vieron los resultados. Yo no quiero que suceda lo mismo con V pues estoy muy orgulloso de esta serie.

P.T. Por desgracia, hay muchas versiones nuevas (de series y películas) que incorporaron mucha violencia, usando elementos menos elípticos en comparación con los originales. Además, los resultados son diferentes cuando los actores originales y/o el productor, director y guionista ya no hacen parte del equipo.

K.J. Es cierto. Con V, tuve que tomar una decisión consciente: ¿voy a estar mejor si la serie se queda como está, en vez de dejar que gente que no la entienda la cree? Mi respuesta fue afirmativa. Así que me mudé lejos de los estudios y estoy intentando encontrar un socio capitalista que aporte los 60 millones de dólares que se requieren para hacer la película, de manera independiente. Sin embargo, será lanzada a través de un gran estudio, pero así tendremos libertad total para hacer la película como queramos. No voy a tener un estudio mirándome por encima del hombro. Voy a poder contratar el elenco y la producción como quiera. Vamos a encontrar los distribuidores más tarde. De forma independiente tendremos la libertad de hacerles la mejor oferta a nuestros inversores, con transparencia. Ellos recibirán el dinero directamente y a tiempo, ya que éste no va a terminar en alguna misteriosa oficina de contabilidad de Hollywood. Sin embargo, no es un proceso fácil. Esto me hace pensar en el viejo dicho de un cuento de hadas: "Usted tiene que besar muchos sapos antes de encontrar un príncipe".

P.T. [Risas].

K.J. [Se ríe a carcajadas] besamos muchos sapos. Hemos estado varias veces muy cerca de firmar un acuerdo, como es el caso ahora, nuevamente, pero el dinero todavía no está en el banco. Me han ofrecido varios proyectos de televisión, pero realmente quiero participar en una película. Por lo tanto, me estoy centrando en la búsqueda de la oferta más adecuada para adaptar V a una película. Cuando esto se materialice, será muy emocionante porque vamos a utilizar las nuevas tecnologías, las cuales no eran accesibles en el pasado. Además, (V: Invasión Extraterrestre), la segunda generación, proporcionará suficiente material para dos secuelas cinematográficas.

P.T. Muchas gracias por esta gran entrevista; Estoy segura de que va a inspirar a mucha gente. ¡Fue un honor hablar con usted! Por favor, siga sorprendiéndonos con más obras de ficción.

K.J. El gusto es mío, por favor manténgase en contacto.

P.T. Definitivamente lo haré. Gracias de nuevo 

Películas y programas de televisión:

An Evening of Edgar Allan Poe 1970

El hombre nuclear 1974-1978

La mujer biónica 1976-1978

El increíble Hulk – Piloto 1977

El increíble Hulk – Series 1977-1982

Cliffhangers! 1979

Senior Trip 1980

V – Invasión extraterrestre (miniseries) 1983

Hot Pursuit 1984

Shadow Chasers 1985

Cortocircuito 2 1988

The Liberators 1989

Nación extraterrestre 1989-1990

El regreso de Sherlock Holmes 1994

Steel 1997

No mires bajo la cama 1999

Zenon, Girl of the 21st Century 1999

Seven Days 1998-2001

Otras:

"Nación extraterrestre películas para televisión":
Dark Horizon 1994
Body & Soul 1995
Millennium 1996
Enemy Within 1996
The Udara Legacy 1997

Los DVDs están disponibles en www.amazon.com,.ca,.co.uk y www.barnesandnoble.com 

[Traducido del inglés por Ana Marcela Guzmán ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spambots. Es necesario activar Javascript para visualizarla ), MA en Diploma Internacional de Profesor de Lengua Española].